Buda vivió en la opulencia durante muchos años de su vida, y fue justo cuando vio el mundo exterior, cuando se dio cuenta del dolor humano. Su misión en el mundo era la investigación del Nirvana.
Siddharta Gautama, el gran Buda, fue un guerrero; pero no era aquel que luchaba contra los otros, sino que luchó y se dominó a sí mismo, anulando todo deseo de su naturaleza.
Igual que un arquero sabe tensar el arco y dominar la flecha para llegar a su objetivo, el sabio tiene que ser capaz de controlar su mente para conseguir el recto pensamiento.
El ejemplo de Buda podría ser un gran referente a seguir para llegar a aquel equilibrio y aquella paz interior que la humanidad cada día necesita más.
El 21 de abril, en conmemoración del Día Mundial de la Madre Tierra, 30 voluntarios…
Celebrando el Día Mundial de la Astronomía, el taller Urania de Barcelona nos invitó a…
Basado en la obra de Platón El banquete o Del amor, en Nueva Acrópolis Sabadell…
En su última reunión, los miembros entusiastas del club de lectura Los Clásicos No Muerden…
Aprender a mirar la vida de una forma distinta, saber cómo sugerir y transmitir una…
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, en Nueva Acrópolis Barcelona, el grupo de…