Las pruebas en la vida tienen una finalidad pedagógica, muestran el camino y conducen a la mejora de la parte humana del individuo.
Para ilustrar este tema, la conferenciante narró diversos cuentos, anécdotas y relatos alegóricos. Recitó dos bellos poemas que incitaban al oyente a centrarse en modificar aquello que el ser humano necesita para mejorar en su vida.
Y es que la filosofía enseña que vivir significa arriesgarse y tomar la vida de tal manera que los problemas se conviertan en retos a superar. Pero también, estar atento siempre a lo que se dice, lo que se piensa y lo que se hace, esa es la clave. Y cómo no, respetar lo que los demás son y que cada uno brille con luz propia.
Al finalizar, el público tuvo la ocasión de aportar vivencias y presentar algunas interesantes cuestiones que fueron compartidas entre los asistentes al evento.
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