Egipto es un viaje en el tiempo. Desde Nueva Acrópolis Barcelona, hemos viajado hacia las orillas del Nilo para explorar la ciudad de los artesanos egipcios y escuchar las enseñanzas milenarias de Ptahhotep. Este bello y profundo viaje fue guiado por Hasan Kamel, egipcio y egiptólogo, quien nos ha acercado a los secretos de cómo los escribas y artistas transmitían la sabiduría en esa antigua civilización.
Lo que está escrito en la piedra, está conservado
Hasta la época de Napoleón (1769-1821), los jeroglíficos egipcios permanecieron como un enigma. Fue durante su gran expedición cuando, gracias a una combinación de valentía, estudios científicos y algo de fortuna, que estos símbolos comenzaron a ser descifrados, desvelando un mundo de significados hasta entonces desconocido.
Hasta la época de Napoleón (1769-1821), los jeroglíficos egipcios permanecieron como un enigma. Fue durante su gran expedición cuando, gracias a una combinación de valentía, estudios científicos y algo de fortuna, que estos símbolos comenzaron a ser descifrados, desvelando un mundo de significados hasta entonces desconocido.
A través de los papiros —material elaborado con una planta acuática común en el Nilo— y de las pinturas cuidadosamente realizadas en los monumentos y templos, podemos descubrir los secretos de una de las civilizaciones más antiguas del mundo. Otra gran fuente de enseñanzas se encuentra en los sarcófagos, donde también escribían y dibujaban las instrucciones sagradas para los «viajeros» al más allá: rezos, claves y códigos para un «viaje» seguro.
En Egipto existían dos tipos de templos, los funerarios y los de culto diario. Estos últimos no solo eran lugares de veneración, sino también escuelas donde se aprendían diversas artes sagradas; eran verdaderas escuelas de vida.
Dentro de 100 años, un smartphone probablemente no nos dirá nada, pero las piedras seguirán siendo un medio seguro para registrar lo que siempre fue importante. Lo escrito o dibujado en la piedra inmortaliza valores y conocimientos ancestrales, siendo un sendero que permanece, y permanecerá, intacto a través de miles de años.
Ptahhotep: la transmisión de la sabiduría
El arte y la escritura egipcia giran en torno a un mismo objetivo: buscar el corazón de las cosas para acercar y revelar virtudes y valores al ser humano. Para que en todas las épocas, pueda atesorar ese conocimiento y así transcender sus límites.
Ptahhotep (siglo XXIV a. C.) fue un visir, sabio y escriba que vivió más de 100 años, dejando profundas enseñanzas sobre el arte de vivir. Estas se encuentran recogidas en el papiro Prisse, descubierto en Tebas en el año 1856, y que actualmente se conserva en el museo del Louvre, en París.
Entre sus 37 máximas podemos destacar lecciones como:
- Confía en quienes tú quieres que confíen en ti.
- Observa la coherencia entre lo que haces y lo que dices.
- Recuerda que la sabiduría debe ser buscada activamente.
- Agradece siempre y busca la humildad como una de tus mayores virtudes.
- Zambúllete en tu corazón, escuchadlo para saber dónde invertir tu energía.
- Óyete a ti mismo; no hables y deja que tu trabajo hable por ti.
- No pidas a los demás lo que ellos no pueden hacer.
≪Saborea las palabras. Si alguna no se siente bien en tu boca, evita decirla. Las palabras deben ser agradables para quien las pronuncia, para que sean como semillas que, pronunciadas con conciencia, serán capaces de hacer florecer la justicia y la verdad. No hieras el silencio con banalidades≫.
Los artistas artesanos de Deir el-Medina
En Luxor, se encuentra la ciudad de Deir el-Medina, que en la antigüedad se llamaba Set Maat: «El lugar de la Justicia». Allí vivieron casi 80 familias de artesanos, que en los registros que ellos mismos dejaron, transmiten que sus vidas giraban en torno a la creación de obras que, además de reflejar su devoción y sus extremas habilidades artísticas, dan testimonio de la consciencia que ejecutaban con sus manos. Un arte muy valioso con orígenes en tiempos inmemoriales.
Un sagrado oficio que, bajo la voluntad de los dioses, transformaba papiros y piedras en códices y en monumentos, elementos sagrados para ellos y para los que vendrían después. Como las pirámides y templos que nos han dejado con significados capaces de trascender el tiempo.
«El ser humano teme al tiempo, pero el tiempo teme a las pirámides».
Giza and the Pyramids – Mark Lehner y Zahi Hawass
El mayor honor que podemos rendir a estas enseñanzas es tener la fuerza de voluntad para conocerlas en profundidad. Esto solo será posible a través de la práctica constante, conscientes de que los símbolos del Antiguo Egipto no son meramente decorativos.