La filosofía está en el cine porque, en realidad, no hay ningún lugar donde no esté. En grandes obras maestras, como la icónica Matrix (1999), encontramos referencias esenciales a la historia del pensamiento, desde el Mito de la Caverna de Platón y la Jornada del Héroe de Joseph Campbell, sin olvidar la influencia de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll. En una tarde enriquecedora, un público diverso acompañó, en la escuela Nueva Acrópolis Barcelona, cada paso del viaje del protagonista, «Neo», desentrañando las claves filosóficas que la película plantea. Más que una historia de ciencia ficción, Matrix es un viaje filosófico que nos llama a cuestionar nuestra realidad y a despertar del sueño.

El camino

El poema Caminante no hay camino, de Antonio Machado, bien podría haber inspirado a las hermanas Wachowski en la creación del guion de esta icónica película. Cada escena representa un paso en el proceso de cuestionamiento que «Neo» hace sobre la realidad, su identidad y, en definitiva, el sentido de la vida.

Su curiosidad nos lleva a otra referencia citada en la película: Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, donde se destaca el simbolismo de la búsqueda del conocimiento. El conejo blanco representa la curiosidad y la disposición a adentrarse en lo desconocido, guiando a «Alicia» y, en Matrix, a «Neo» hacia la verdad oculta tras la ilusión de la realidad. Este viaje de descubrimiento nos recuerda que el conocimiento requiere valentía y voluntad para cuestionar lo establecido.

La caverna

Ciertamente, el «Mito de la caverna»  de Platón, expuesto en La República, es la gran base sobre la que se desarrolla toda la acción. Las cadenas, los amos de la caverna con sus ilusiones, o trampas mentales atrapan a quienes creen que las sombras que se mueven en la pantalla del mundo son la realidad.

Con tanta riqueza pedagógica, repasar los pasos de «Keanu Reeves»  en su papel de «Neo» es más que una clase de filosofía: es un curso intensivo de filosofía resumido en un par de horas.

¿Quién es «Neo»?

El nombre «Neo» tiene un significado profundo. En inglés, «Neo» se pronuncia igual que «new»  “nuevo, sugiriendo el nacimiento de un nuevo ser humano, aunque, paradójicamente, representa a un ser humano más humano que nunca. Su camino representa el despertar de la conciencia, el viaje del héroe, la llamada a la que todos, tarde o temprano, debemos contestar.

La pregunta

Desde el inicio, la película plantea un interrogante esencial: 

¿Qué es la realidad?

Y nos invita a cuestionar lo que percibimos y a cuestionar lo que damos por cierto. La palabra Matrix proviene del latín mātrīx, derivado de māter «madre», y hace referencia a un origen o estructura generadora. En Matrix, la «realidad» no es más que una construcción artificial, un sistema de control que mantiene a los seres humanos encadenados, tal como en la caverna de Platón.

Nuestra Matrix moderna es muy parecida: el consumismo, las redes sociales y los medios de comunicación nos mantienen atrapados a una ilusoria sensación de libertad. Como «Neo», también recibimos una llamada a despertar, pero pocos se atreven a contestarla.

Las máquinas versus los seres humanos

En 1999, Matrix ya anticipa un dilema que es más relevante que nunca: el enfrentamiento entre los seres humanos y la inteligencia artificial. Situada en un ficticio 2199, la película presenta un mundo donde las máquinas toman conciencia, someten a la humanidad y la usan como fuente de energía.

Sin embargo, la distopía de Matrix está mucho más cerca de lo que imaginamos. Los smartphones, los algoritmos y las grandes corporaciones tecnológicas ya actúan como una suerte de «gobierno paralelo», influyendo en nuestra percepción de la realidad, en nuestras decisiones y emociones. Matrix no es el futuro: es el presente.

Reflexión final: «No hay cuchara»

Un momento memorable de la película ocurre cuando un niño le dice a «Neo»: “No hay cuchara”. Esta frase simboliza un principio filosófico profundo, expresado, por ejemplo, en el primer principio del Kybalión: «El universo es mental». Las limitaciones que creemos tener son construcciones mentales. La realidad es moldeable; somos nosotros quienes la creamos con nuestras percepciones y creencias.

Entonces, ¿qué hay?

El Amor. Tan antiguo, tan cierto, tan simple y, a la vez, tan desconocido. Pero no se refiere al amor romántico, sino al Amor como principio universal, como la fuerza que salva a «Neo» y que ha sido, a lo largo de la historia, el motor del despertar humano.

El Amor es lo que salva a nuestro héroe. El Amor, fuente de vida, mantenedor de la existencia y lo que permite el renacer. Es la compañía de quienes siguen el mismo sendero, caminando, siguiendo los pasos de los que han pasado antes y dejando hitos para quienes todavía no han nacido. Así, se hace camino.