En noviembre, Nova Acrópolis Sabadell se unió a la celebración del Día Mundial de la Filosofía, y lo hizo de una manera muy especial: dentro del ciclo de actividades dedicadas a la corriente filosófica del estoicismo, ofreció una conferencia en línea que destacó en sus contenidos algunas razones por las que el estoicismo es un modelo de fortaleza para el diario vivir.
Mediante una dinámica de contextualización general sobre el año de desafíos y retos que nos ha tocado enfrentar, se pudo apreciar que los principios de práctica del estoicismo no solo se sostienen hoy en día con una vigencia histórica inaudita, sino que, probablemente, son las herramientas más oportunas y poderosas para enfrentarnos a las dificultades, fortalecernos interiormente y encaminar la energía vital hacia la práctica de las virtudes. Si existe una esperanza para transformar el mundo hacia mejores y más prometedoras formas de vida, esa es, sin duda, unir elsaber y el hacer. Insistir en el hacer es dirigir la voluntad hacia la acción que construye constantemente a favor del bien, a favor de la unidad. Esto es lo que los estoicos describirían como «vivir conforme a la naturaleza», es decir, armonizando nuestras vidas y nuestros actos en dirección vertical, hacia el bien moral, hacia la práctica de las virtudes, hacia el destino o la razón universal.
De una manera concreta, la filosofía estoica viene a ser un modelo muy versátil para cultivar la fortaleza; en este sentido, el uso del discernimiento fue resaltado durante la conferencia como una de las herramientas más eficientes para distinguir y reflexionar sobre aquellas cosas o situaciones de la vida que dependen y las que no dependen de nosotros. Esta posibilidad de elegir nuestros juicios, valores, deseos y carácter frente a lo que no depende de nosotros, como la obtención de la riqueza, el estatus social, la salud u otros, nos permitirá concentrarnos y enfocar nuestras elecciones de vida y nuestra libertad hacia aquellas cosas que sí se encuentran bajo nuestro dominio. A cambio, experimentaremos una vida serena, alegre y estable, pues no existe responsabilidad ni control fuera del ámbito de todo aquello que no depende de nosotros.
Durante la charla, se abordaron otras temáticas que relacionaron el estoicismo y la práctica de la filosofía como un modelo de fortaleza para la conquista y dominio interior. Dicha práctica, como se explicó, requerirá esfuerzo, concentración, valentía, disposición y firme voluntad. No será fácil; por eso tiene tanto valor. Y para finalizar, se reflexionó sobre la profunda necesidad de fortalecernos en tiempos de tantos desafíos para la humanidad. Debemos, entonces, dirigir nuestras acciones hacia el servicio, hacia el deber de ser útiles a quienes más lo necesitan; solo así, estaremos cultivando el arte de la buena vida, el arte de entregar con generosidad, con actos buenos y nobles, con respeto, con amabilidad, con vocación de cuidar y servir. Solo así podremos ser libres y responsables, solo así podremos vivir conforme a la naturaleza, a favor del bien, a favor del destino universal del que somos parte.