Daniel Fortea fue el protagonista del recital musical en Nueva Acrópolis Sabadell, gracias al Instituto Tristán.
Según Maxine Greene, «el arte no puede cambiar el mundo, pero sí puede cambiar a las personas que pueden cambiar el mundo». Así comenzaba el recital Luchando por la belleza, que nos ofreció el Instituto Tristán de la mano de Carlos, Jesús y Ricardo, que ofrecieron en marzo de 2019 un homenaje a Daniel Fortea, un autor que plasma esta idea de que el arte puede cambiar el mundo. Con sus guitarras y sus notas acariciaron el corazón de las personas que escuchaban las bellas melodías, entre las cuales podemos nombrar Pétalo de rosao Balada, opus 47. Y es que hay un arte capaz de ejercer la transmutación o catarsis del alma, a diferencia de aquel otro que solo entretiene.
La velada fue dedicada al compositor Daniel Fortea, porque, a pesar de las penalidades y desórdenes de la situación social y política que le tocó vivir, no dejó nunca de componer, ofreciendo siempre lo mejor que podía aportar al mundo. De este modo, Nueva Acrópolis hace difusión de la obra y ejemplo vital de personas que, desde distintos ámbitos, en este caso de la música, han impulsado un cambio de mejora tanto del individuo como de la sociedad.